Parece que no siempre es fácil ponerse en el lugar de otro, sentir como ellos sienten, pensar como ellos piensan, y aún lo es más cuando hablamos de seres no humanos: animales, plantas… de la naturaleza que nos rodea.

Sin embargo, la historia de la Humanidad está llena de ejemplos de lo contrario. Son muchas las culturas, pasadas y presentes, en las que la autoidentificación, individual o colectiva, va de la mano de esos otros seres con los que convivimos.

Una de las primeras imágenes que a todos nos vendrá a la cabeza es la de los tótem. Seres que son a la vez antepasados, progenitores y emblemas protectores. Emblemas tallados o pintados que representan seres y elementos de la naturaleza.

Un imaginario rico y diverso, que reconecta a la humanidad con el medio que habita, y en el que las propiedades y caracteres se hibridan, se entremezclan y conviven, para ser uno, o múltiple…

“Jardines en el Aire” también juega con esta idea, y para ello los participantes en los talleres que se han desarrollado en la AES La Candelaria han elegido sus tótem. Una planta (o árbol), y un pájaro que habitan también junto a ellos en el barrio, y que forman parte de ese complejo ecosistema urbano que aspiramos a mejorar entre todos.

Y junto con esos otros seres, también vecinos de Tres Barrios Amate, les propusimos soñar su propia quimera:

Armados con sus tótem, una foto, un aire acondicionado, tijeras, pegamento y mucha imaginación, las quimeras fueron tomando forma...

Así, en un ejercicio de empatía, simbiosis y mimetismo con los otros habitantes del barrio, les pedimos que imaginasen un tótem mestizo, que compusiesen una quimera donde a modo de collage y a través de un pequeño texto, entrelazasen cualidades, aspiraciones y deseos de las diferentes especies conformando un nuevo “organismo”. Como en las figuras de cuerdas de Donna Haraway se trata de rastrear interdependencias existentes, pero también de imaginar nuevas, de componer relatos donde el “yo” pueda extenderse a un “nosotros” compartido. Como aparecen en los relatos imaginarios que l@s chic@s de la A.E.S. Candelaria han comenzado a esbozar...

Estos son algunos de los resultados:

Esta ave procede del norte de África pero se van de vacaciones a Andalucía para pasar el verano, sobre todo en Huelva en la playa de Matalascañas.

Se alimenta de lombrices y lo que más le encanta son las semillas.

Su límite de edad es de 15 años.

Los enemigos del petiniela son los mirlos y las tórtolas, porque cuando los petiniela vienen a Sevilla se refugian en el parque Amate y los mirlos y las tórtolas de allí les pican por estar en su terreno.

Los petiniela tienen una cosa que solo ellos pueden hacer, que es cantar el himno del Betis.

Ellos suelen poner los huevos en primavera para que cuando nazcan no tengan alergia y los huevos son de color rojizo. Una hembra puede solo tener huevos con hembras, con machos no porque son groseros, e igual que los machos ponen huevos con machos, son sus reglas, tienen un aparato que les permite como a las hembras.

Mide unos 14 cm.

Lo que más le encanta al petiniela son las casas que hacen la asociación de las aves de Amate para criar a sus crías.

Me gustaría que fueran mis amigos.

Me gustaría heredar: su canto, su posibilidad de volar y su poder de comer y no engordar.

Daniela (Erithacus rubecula + Fucsia magellanica).

Según cuentan las antiguas leyendas, el homochon era una criatura protectora de los lugares verdes del planeta, o mejor dicho sus hábitats. Eran igual de grandes que una persona adulta, y aerodinámicas como un avión común. Se encargaban de proteger de la raza humana los lugares donde habitaban.

Normalmente se alimentaban de insectos, pero si una persona humana intentaba dañar su hogar, se convertirían en su comida.

Los homochones tenían un cuerpo de ave y alas de metro y medio de aviones comunes, pero tenían un aspecto humano. Viven siempre en colonias y emigran a menudo, pero sus hábitats siempre se caracterizaban por ser zonas verdes con mucha vegetación y sus nidos eran de copa cerrada, hecha principalmente por su planta favorita, el osmanto.

Podían volar durante horas a altas alturas sin cansarse, pero normalmente se encontraban sobre los árboles más altos para vigilar las amenazas de sus hábitats.

A la hora de atacar a las amenazas, lo que hacía era volar y atacar desde el aire, eran extremadamente sigilosos, así que sus víctimas no eran capaces de ponerse a salvo.

Ángela (Delichun urbicum + Osmanthus fragans).

El tótem se llama Sapienshirundo rosmarinus-oficinallis. Habita en lugares protegidos del viento y acompañados por los humanos. Se alimenta de poca agua y de insectos. Su nido lo hace con barro aromatizado.

Gracias a su pico corto tiene un canto acelerado formado por gorjeos encadenados que le da vida al barrio, y el vuelo rápido y acrobático; pero ocupa en el espacio aéreo las capas bajas, con lo cual es fácil verlo.

Sus patas pueden llegar a medir dos metros de altura, las flores suelen ser llamativas por sus colores, puede soportar temperaturas mínimas de 10ºC bajo cero.

Este tótem significa fidelidad y lealtad, ya que la gente del barrio eligen a su pareja, que les acompañará de por vida. También significa libertad ya que cuando los adolescentes cumplen 18 años se van de casa pero vuelven sanos y salvos.

Este tótem representa la salud, ya que el romero se asocia a la medicina natural; que es la medicina que solemos tener habitualmente, por eso hay que cuidar todo lo que nos rodea, porque en un futuro seremos agradecidos.

Me gustaría tener esa combinación de colores que tiene la golondrina, y el aroma a romero; como mi tótem.

Que yo y mis parientes heredemos de ella el canto de la golondrina, poder volar, la utilidad que tiene el romero para la medicina y el soportar la temperatura mínima de 10ºC bajo cero.

Vero (Hirundo rustica + Rosmarinus officinalis).

Quiero tener las alas de mi abubilla, la cabeza de la abubilla y el pelo lleno de salvia, como mi tótem.

Quiero que yo y mis parientes próximos volemos como las abudinas.

Abudina vive en África, y se alimenta de chucherías y frutos.

Dina (Upupa epops + Salvia officinalis).

Me gustaría que mi tótem fuese mi hermano, y heredar su capacidad para predecir el tiempo.

Javi (Apus apus + Cupressus sempervirens).

Ainhoa (Falco naumanni + Lavandula sp.).

Donald (Cyanistes caeruleus + Melia azedarah).

Adam (Anas platyrhynchos + Laurus nobilis).

Alex (Asio otus + Hydrangea macrophylla).

Juan (Nycticorax nycticorax + Jasminum grandiflorum).

Julio (Carduelis carduelis + Schinus molle).

Alison (Parus major + Myrtus communis).

Mari Reyes (Fringilla coelebs + Pelargonium peltatum).

Saber (Passer domesticus + Salvia splendens).

Manuel (Streptopelia decaocto + Hibiscus syriacus).

Paula (Turdus merula + Citrus reticulata).